Estos días en los cuales los mexicanos creemos que las ánimas de nuestros difuntos nos visitan, también son momentos donde la herencia de los pueblos prehispánicos se manifiesta en el presente. En el caso de la península de Yucatán, nuestros ancestros los mayas se manifiestan fuertemente a través de la tradición conocida en la región como Janal Pixán. A continuación, te platicamos de algunas prácticas que aún se conservan en nuestra tierra y cuyo origen data desde la época previa a la llegada de los españoles:

1. El mes de noviembre es uno de los meses más importantes en la transición de dos temporadas climatológicas de nuestra región, pues es a partir de este mes que la temporada de lluvias comienza a cesar para dar paso a la temporada de secas en el Estado; por lo tanto, la celebración de esta tradición entre los antiguos mayas a inicios de noviembre, tenía una fuerte relación con este concepto, puesto que con la llegada de las ánimas de los difuntos, inicia la temporada de cosecha, siendo entonces una época de abundancia que se comparte con las ánimas que nos visitan. Por otra parte, al momento de su partida (cuando finaliza noviembre), los mayas señalaban el inicio de una temporada de “poca vida” relacionada con la sequía.

2. “El alimento de las ánimas es el vapor de la comida”, este concepto nos lleva a pensar en un término conocido en Maya como “ool” que se refiere a la esencia de las personas y/o cosas, de acuerdo al pensamiento maya cada persona tiene su ool y este lo comparte en su día a día por medio de sus estados de ánimo o bien en las cosas que hace (de ahí que se use la expresión maya ki’imaak in wóol que se refiere a feliz); por lo tanto, cuando preparamos la comida favorita de nuestros difuntos, nuestro ool se comparte a través de la comida, y éste mismo se manifiesta en la esencia de los alimentos, por ello cuando las ánimas de nuestros fieles difuntos nos visitan en la casa, reconocen el alimento como algo vivo donde se manifiesta nuestro cariño con el que hemos preparado sus alimentos.

3. El simbolismo de “La cruz verde” que vemos hoy en día en el altar, haciendo referencia a la religión católica, forma parte del sincretismo (mezcla de religiones) en esta región, ya que en su origen, la cruz verde para lo mayas representaba al árbol de la ceiba, el cual era considerado sagrado, puesto que a partir de éste se podía viajar al cielo, a la tierra y hacia el inframundo (lugar de lo muertos). Al momento de la conquista este simbolismo del árbol sagrado maya se mezcló con el de la Cruz católica y permaneció con esta mezcla en las iglesias y en los altares de nuestras tradiciones.

Estos tres simbolismos que te hemos platicado, aún prevalecen gracias a la tradición oral por parte del pueblo maya, y todavía hay muchos más, que aunque no siempre conocemos su origen, siempre persisten como parte importante de nuestra esencia maya, yucateca y mexicana.

Yucatán 21.